Recría – Lavalleja – 800 hectáreas

Vamos a contar el caso de un productor de Lavalleja, que maneja 800 hás arrendadas y tiene un sistema complejo, con ganado propio, ganado a pastoreo y capitalización. Arrancamos a trabajar con el hace un año y medio, no llevaba casi ningún registro y lo que registraba de su establecimiento no lo procesaba. Hoy en día, cada decisión se toma en base a información generada en el predio.

Como primera etapa nos propusimos recopilar la información a la que podíamos acceder rápidamente y afinar con precisión: stock, superficie pastoreo, pasturas y de a poco, comenzamos a sistematizar los registros de costos y manejo.

En esta primera etapa, el productor nos enviaba toda la información de facturas, pesadas y liquidaciones por mensaje de whastapp y nosotros la procesábamos. De a poco, fuimos incluyendo cada vez más información, identificando cuál de las unidades de negocio era la más rentable. Fue un proceso muy gradual, ajustado a los tiempos del productor, sin cargarlo con ninguna tarea más que mandar fotos por whatsapp.

Solamente con datos del stock y las pasturas, elaboramos un plan productivo. Se trata de relacionar la productividad animal que podemos esperar, en base a la oferta forrajera que estimamos vamos a tener en los siguientes meses. A medida que fuimos recopilando información de costos, arrancamos a proyectarlos con más seguridad y estimar, mes a mes, en que se iba a gastar el dinero y cuando iban a haber inversiones. En conclusión, integramos un plan productivo, económico y financiero ajustado al predio.

Actualmente, dentro del establecimiento hay ganado de cuatro propietarios diferentes, incluyendo los que son propiedad del productor. Mensualmente, se elaboran informes que se envían a los propietarios de los animales, con toda la información de su ganado y lo que sucede en el predio. A la hora de cerrar un negocio de pastoreo o una capitalización, sabe con seguridad hasta donde puede negociar porque tiene acceso al costo de cada kilo ganado o cada ternero destetado dentro del sistema y el margen que le supone cada uno de los negocios.

Por otro lado, el plan financiero o flujo de fondos proyectado ha sido de mucha utilidad. Esta herramienta, nos permite identificar con varios meses de anticipación, momentos que puede faltar dinero en caja y, por lo tanto, actuar con tiempo y evitar malas decisiones. Por ejemplo, se cambiaron unos novillos de un campo natural a una pradera que se tenía pensado comer más adelante para adelantar una venta. Pero se hizo teniendo en cuenta cuantos animales era necesario vender, que ganancias podíamos esperar, qué beneficio teníamos frente a la toma de un préstamo.

De esta forma, no se tuvo que improvisar e incurrir en un préstamo a las apuradas o en la venta de ganado flaco o con menos kilos porque la identificación del problema se hizo con anticipación. Los ahorros en dinero en estos casos fueron muy importantes e incalculables en tiempo y estrés. Ninguna decisión que se toma al día de hoy en el predio se hace sin antes evaluar su efecto sobre el flujo de fondos.

Actualmente, el productor decidió que él mismo quería ingresar los datos, principalmente en los días de lluvia. Nosotros nos reunimos una vez por mes a monitorear lo que realiza, aconsejarlo para hacerlo de forma más eficiente y evaluar lo que viene sucediendo con respecto al plan productivo y financiero y replanificar cuando es necesario. Lleva control y le pone valor a todo lo que sucede en el campo.

Gracias a la implementación del modelo de gestión, bajamos a tierra muchas ideas que el productor tenía en la cabeza y cambiamos el “me parece” por el “tengo certeza que”. Aparte de esto, con la información ordenada, llevar los números le lleva mucho menos tiempo que antes, porque trabaja con un modelo, con criterios y protocolos.

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