Cría – Tacuarembó – 2000 hectáreas

En marzo de 2020 comenzamos a trabajar en un establecimiento administrado por un Agrónomo joven al oeste de la ciudad de Tacuarembó, suelos superficiales y de quebrada. La empresa, de naturaleza familiar, buscaba dar un giro en la administración del establecimiento. Previo a la llegada de este agrónomo, hijo de uno de los dueños, no se llevaba un control regular en el funcionamiento del campo.

Ante la necesidad de cambiar el rumbo de la empresa, realizar inversiones, ordenar el stock y las cuentas, es que nos sumamos al equipo. Como había muchas tareas y el administrador actual no tenía ni el tiempo ni energía para realizarlas, en conjunto con estudio contable local pusimos manos a la obra. Se debía gastar lo mínimo y mejorar los resultados, por lo tanto, cada medida a tomar debía ser analizada.

El primer paso fue realizar un control riguroso del stock y su sanidad correspondiente, debíamos saber con qué animales contábamos. También ideamos un modelo, que seguimos utilizando al día de hoy, en conjunto con el productor y el estudio contable, donde nosotros recibimos toda la información de cada peso o dólar que entra y sale, para poder identificar ineficiencias y elaborar una estructura de costos. En base a esto también pudimos realizar una planificación para todo el 2021.

Luego de eso, y acompañado de un 2020 climáticamente adverso, evaluamos medidas para mantener el estado de los animales y mejorar los índices de preñez del rodeo. Analizamos medidas como suplementación de los terneros, siembra de Lotus Rincón, destete temporario, división de potreros, hacer tajamares, vender el ganado más viejo y comprar reposición, entre otras.

Cómo la política era no realizar aportes por parte de los dueños, se realizó un plan productivo, económico y financiero que nos permita estimar en que costos o inversiones podíamos incurrir, cuales aún no podíamos y de donde sacaríamos el dinero. Detalladamente estimamos con anticipación cuando debíamos vender, cuando comprar y cuando realizar un gasto importante para convertir un establecimiento desordenado en una empresa.

Hoy en día, nos comunicamos una vez por mes con el estudio contable y el productor tiene unas planillas impresas muy sencillas de utilizar, que le llevan un máximo de 5 minutos por semana. También nos llama para recibir asesoramiento, tanto agronómico como comercial y financiero y una vez cada tres meses nos reunimos en el campo a monitorear lo planificado y seguir evaluando medidas para cumplir los objetivos que tiene la familia: mejorar la rentabilidad sin realizar aportes.

En conclusión, en un año, en conjunto con un nuevo administrador, transformamos un predio donde no se realizaban controles, en una empresa con un modelo de gestión funcionando de forma sencilla y efectiva, donde se justifica cada gasto en base a resultados.

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